Hay muchas formas de movilizarse para conocer la Gran Manzana pero solo una permite desplazarse sobre ruedas, de forma económica y sin perderse un solo detalles de los rincones de la ciudad. El congestionamiento vehicular y las elevadas tarifas de los emblemáticos taxis amarillos, incluso de los servicios que ofrecen plataformas como Uber y Lyft, hacen que esta sea la primera opción descartada por los turistas. El Metro de Nueva York, con sus 25 líneas que prestan servicio las 24 horas, es sin duda el sistema de transporte por excelencia de los neoyorquinos; sin embargo, los visitantes harán uso del transporte subterráneo para rutas largas y para vivir la experiencia de conocer sus famosas estaciones y montarse en los trenes plateados que han servido de locación a cientos de películas, pero si de conocer la ciudad se trata, en muchos casos los turistas preferirán caminar a observar rieles repletos de basura convertidos en hogar de un sinfín de ratas que conviven con los locales sin causar el menor sobresalto.
Nadie puede resistirse al deleite de caminar por la seductora 5ta. avenida o la deslumbrante Times Square pero no hay que olvidar que unas vacaciones citadinas también pueden resultar agotadoras y el tiempo nunca es un buen compañero. En este caso, siempre vale la pena aprovechar que Manhattan dispone de servicios de alquiler de bicicletas a la vuelta de la esquina, y este medio de transporte es muy común y extremadamente útil para recorrer puntos de interés como Central Park o para conocer todo el Downtown, tomando la ciclovía de la West Highway, pudiendo observar en el trayecto el One World Trade Center, la Estatua de la Libertad, pasando por Wall Street hasta llegar al imponente Brooklyn Bridge, pudiendo incluso atravesarlo en bicicleta, sin olvidar usar siempre el respectivo casco y circular por el canal correcto.
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